Desde épocas remotas nuestros antepasados usaban los mitos como explicación a ciertos fenómenos que no podían explicar bajo argumentos lógicos.
Nuestra Cultura Incaica no fue la excepción. La Llama, animal sagrado del incanato, tiene mucho más protagonismo que cualquier otro animal dentro de su cosmovisión. Así, detrás de cada llama simple se halla la Llama Celeste, el animal ideal perpetuado en el cielo
La Llama terrestre es un reflejo de la llama brillante en el cielo estrellado apreciable en forma de constelación. Aquella Llama Cósmica se refleja en ciertos lugares sagrados.
Segun los cronistas la constelación andina llamada Catachillay o Yacana representa una llama junto a su cría.
"...dicen que la Yacana (Catachillay), es como la sombra de una llama o un doble de este animal que camina por el centro del cielo. Es muy grande y más negro que el cielo nocturno, tiene un cuello largo y dos ojos... dicen también, que baja a medianoche a beber el agua del mar, cuando no es posible que la vean y sientan por que si no bebiera esta agua, el mundo entero quedaría inundado y dicen que tiene cría y cuando está empieza a lactar, despierta" (Francisco de Avila, Dioses y hombres de Huarochorí, 1598).
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